Desde hacía algún tiempo se rumoreaba que desde Redmon se preparaba el lanzamiento de un nuevo sistema Operativo cliente de su conocida línea de productos Windows. Aunque ya se habían realizado algunas filtraciones, e incluso estaba circulando una build, fue el pasado 24 de junio cuando oficialmente Microsoft, anunciaba ese hecho.

Hace años con la salida de Windows 10, se “estableció” que este sería el último sistema operativo cliente de Microsoft. Pero parece a todas luces y por la información que proviene de la propia compañía que este hecho no es ni mucho menos así, aunque algunos cambios de las actualizaciones más recientes de Windows 10, destilan a “Sun Valley”, conllevando la salida del nuevo sistema operativo, más un concepto evolutivo, que algo rupturista, que sí sucedió con versiones previas. Es posible recordar al que lleve años en el mundo de la tecnología de la información los saltos más que evidentes que se dieron entre Windows XP, Windows Vista, Windows 7, Windows 8 o Windows 10.

 

El producto en sí constituye un restylling bastante significativo, modernizando algunos elementos que fueron bandera en otra época. Desde el punto de vista de las novedades que trae Windows 11, son según Microsoft, su fluidez o rapidez con respecto a su predecesor en cuanto al arranque, la suspensión o la apertura de aplicaciones, favorecido por las animaciones, redimensionado y cierre de las aplicaciones, algunas de las mejoras que encontrará el usuario.

Microsoft quiere potenciar ciertas características que ya estaban presentes en versiones anteriores, como la tienda, para que los desarrolladores encuentren una plataforma más innovadora, nueva y abierta. El objetivo es llegar a desarrollos de productos que puedan llegar más fácilmente al usuario final. Otra característica que se potencian es la orientación a los usuarios  “Gamer”, llevando la experiencia a un nivel diferente, con capacidades gráficas más cercanas a la realidad. Igualmente, para favorecer la experiencia del usuario, se incorporarán las innovaciones más recientes en cuanto a funciones táctiles, el uso de lápiz o los mecanismos de reconocimiento de voz. Ambos con orientaciones tanto en mercado doméstico como el empresarial.

Un elemento que ha sorprendido significativamente es el soporte que ofrece el nuevo sistema para poder ejecutar aplicaciones Android. Este hecho le va a dotar de una versatilidad que no se había visto hasta la fecha. Las apps podrán ser descargadas desde la App Store de Amazon. Aunque esta tienda ya lleva un tiempo en marcha, hoy en día no puede competir aún en volumen de aplicaciones con las que ofrece Google a través de su sistema. Pero también es cierto que esta es una tienda más selectiva con una orientación muy similar a la App Store que ofrece la compañía de Cupertino.  Cuanto menos de esta iniciativa resultan significativas dos cuestiones:

  • La posibilidad que se abre al usuario, especialmente doméstico, para disponer de aplicaciones de un sistema Android.
  • Los acuerdos a los que habrían llevado a dos gigantes como son Amazon y Microsoft, para potenciar el uso de la tienda de la primera, limitada ahora fundamentalmente a dispositivos Kindle Fire.
 

Con Windows 10 se incorporó la función de un sistema en constante evolución con dos grandes actualizaciones anuales, que dejaban atrás las políticas de Service Pack de sistemas precedentes. Con Windows 11, se mantendrá esa tendencia, pero inicialmente con solo una sola actualización al año. Este hecho nos ofrece dos claros mensajes. A las organizaciones les resultaba difícil mantener esa dinámica de actualización bianual por estabilidad, despliegues y los costes generales que suponen. Esta cuestión había sido largamente manifestada de forma reiterada por diferentes entidades. También esa política forzaba a Microsoft en la necesidad de una evolución del sistema cada seis meses. Esto no se sustanciaba en ocasiones y los cambios a veces no eran lo suficientemente significativos para justificar una nueva “Major release”.

El nuevo sistema operativo estará disponible a finales de año, aunque ya está disponible para pruebas a través del programa Insider, Tal y como se ha anunciado, la actualización desde Windows 10, será directa, pudiendo volver de forma automática a Windows 10 antes de que transcurran los 10 primeros días. Una vez que se produzca este hecho el proceso de dar marcha atrás, será totalmente manual y no estará exento de riesgos.

Windows 11 no será un software gratuito. 

Lo que si estará disponible será la actualización gratuita para equipos que ya cuenten con una versión de Windows 10 licenciada.

windows 11
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